El diseño del chasis es clásico. Explica Parolin: “Las geometrías de la carrocería Le Mans no han cambiado a lo largo de los años, pero han experimentado continuas mejoras. La verdadera diferencia está en el material, un campo en el que la investigación ha dado importantes pasos. «En el ámbito del racing, hemos creado también el tratamiento térmico: un proceso que sirve para alargar la vida de las carrocerías, eliminando las tensiones post soldadura; además, posibilita el aumento o la disminución de determinadas características del material».
Pasando a los accesorios, el elemento distintivo es el soporte del eje de dirección. Se trata de un elemento de caja moldeada con una corredera interna que permite mover adelante o atrás el eje, facilitando la modificación de los parámetros del ángulo de Ackerman y, por tanto, la adaptación del chasis al estado de la pista y a las preferencias del piloto.