Nuevo sistema de frenado, importantes modificaciones técnicas y nueva librea: son sólo algunas de las novedades que caracterizan la versión del chasis Praga Tacho Evo homologada en 2018. Uno de los productos punteros de la marca del grupo IPK, protagonista en las principales competiciones de todo el mundo El bastidor tiene un diseño clásico, con tubos de 30 mm de diámetro, con la excepción del travesaño central, de 32 mm, cuya función es la de aumentar la rigidez de la zona central y posterior del kart.
IPK ha invertido mucho en el plegado de los tubos, una fase fundamental para la cual la empresa se ha equipado con una dobladora de tubos automatizada que usa un sistema de accionamiento eléctrico, excluyendo, así pues, sistemas hidráulicos dependientes de la temperatura del aceite (más frío al comienzo de la elaboración, sobre todo en los meses invernales). La dobladora dispone además de un sistema de recuperación de energía (algo así como los coches eléctricos e híbridos), trabaja con 11 ejes y varias plantillas (alojamientos hembra) para tubos de 28-30-32 mm de diámetro. La maquinaria automatizada permite una precisión absoluta, con tolerancias de una décima de grado en el doblado.
La fase siguiente es la de soldadura, una operación que IPK
pone en manos de operadores expertos y no en las de robots que
suelden automáticamente.
La novedad más evidente, que ha entrado en producción con la homologación de 2018, tiene que ver con el soporte de la columna de dirección, que ahora prevé un cárter en lugar del viejo soporte compuesto por dos tubos de pequeño diámetro