Como explica Cash Van Belle, experto jefe de equipo de carreras del grupo IPK, la modificación se ha llevado a cabo para disminuir las vibraciones en la columna de dirección y aumentar la rigidez de la zona. Todo ello para facilitar la conducción a los pilotos y disminuir las correcciones de volante en los rápidos cambios de dirección. Con el nuevo soporte, el chasis también dispone ahora de dos posibles sujeciones para el reposapiés, lo que es útil para regular la posición de conducción, especialmente en las categorías Junior. Otra modificación no menos importante se halla en la zona posterior y afecta a los puntos del chasis donde se fijan los portarodamientos del eje, cuyo alojamiento es, ahora, un cárter abierto. Ello permite tener un juego posterior menos fijo, mejorando la capacidad de adaptación a las distintas configuraciones, como la variación de dureza del eje. Una ventaja añadida es la posibilidad de desmontar más rápidamente el juego posterior del kart, quitando el eje sin tener que sacarlo.
La batalla del nuevo Praga Tacho Evo es de 1050 mm, 5 mm menos respecto a la homologación anterior. Van Belle subraya la importancia de esta modificación, efectuada tras haber probado varias batallas con el equipo de carreras oficial en las mayores competiciones internacionales, para tener un chasis que reaccione mejor en los cambios de dirección.
Para el ajuste de las geometrías del interior, se echa mano del experimentado sistema CCS (Camber Caster System), fabricado por IPK, que permite variar el camber y el caster de manera independiente manteniendo el estándar de altura del chasis en el juego delantero. Además, contando con espesores de 4 y 2 mm, permite un mayor número de regulaciones de la altura respecto al sistema anterior, cuyos espesores eran todos de 4 mm.