La barra estabilizadora delantera aumenta sin duda la estabilidad en el tren delantero y la rigidez del chasis. Llevando una barra de torsión instalada en el chasis, este será más reactivo y hará menos vaivenes. Pero esto no significa que una barra infinitamente rígida mejore siempre la actitud de nuestro kart: siempre habrá que mirar que haya un equilibrio entre el comportamiento del eje delantero y el del eje trasero. Efectivamente, con una excesiva estabilidad en la zona delantera, se creará un desequilibrio entre el eje delantero y el trasero que dará lugar a fenómenos indeseados de sobreviraje y subviraje y al piloto le costará más trabajo mantener la direccionalidad del kart.
Al instalar la barra delantera no aumentamos, en consecuencia, el agarre del chasis, si acaso conseguimos más estabilidad en el tren delantero. Pero tener un una zona delantera muy estable no siempre es algo positivo. De hecho, lo que hay que buscar es un equilibrio entre los dos ejes, para tener una configuración más compensada. Tener un eje delantero muy estable puede ser negativo para el eje trasero, ya que, por ejemplo, a la hora de torcer el volante para tomar la curva, el eje delantero seguirá la trayectoria planteada, mientras que el trasero tenderá a resbalar, haciendo que el kart se mueva con menos fluidez.
Nota de la redacción
Con el término sobreviraje se entiende, básicamente, la pérdida de adherencia en la zona trasera respecto a la delantera. En el artículo “Configuración y trucos de conducción para reducir el sobreviraje” podrás conocer mejor, y saber cómo encauzar, este comportamiento del kart, a veces indeseado.