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Las llantas influyen notablemente en las prestaciones de un kart, tanto en lo que respecta al tiempo de vuelta como a lo largo de una jornada entera. Esto se debe a que sus materiales y formas influyen en la temperatura de los neumáticos, que a su vez tiene un efecto inmediato y directo en la posición del kart. Alberto Viglino, ingeniero responsable de Investigación y Desarrollo en el equipo de carreras de Tony Kart, explica cuáles son las llantas OTK que hay que usar con las distintas condiciones de agarre de la pista.
Con la pista engomada solemos utilizar el modelo MXL: hablamos de una llanta de magnesio, que permite mantener una temperatura lo màs homogénea posible en los neumàticos durante la carrera.
Con temperaturas muy bajas y la pista con poco agarre, nos decantamos por el modelo MXJ: se trata de una llanta también de magnesio, pero elaborada con un proceso de fundiciòn distinto respecto a las MXL, que permite llevar los neumàticos a temperaturas màs elevadas. Esta caracterìstica aumenta la velocidad con la que la banda de rodadura alcanza la temperatura ideal de ejercicio, incluso con el asfalto particularmente frìo.
La particularidad del magnesio es su capacidad para disipar calor y, por tanto, mantener más frío tanto el neumático como el aire contenido en su interior. También la rigidez es claramente superior.
Por el contrario, el aluminio es un material que tiende a hacer subir la temperatura del aire que se halla entre el neumático y la llanta incrementando por consiguiente la presión y la temperatura del neumático. Lo que, con el frío y la lluvia, ayuda a generar agarre en el asfalto. Con la pista mojada, pues, la elección va para el modelo AXP, la llanta OTK de aluminio...
Bueno, si llueve, acabamos de decirlo, se escoge el aluminio. Eso es fácil. Con la pista seca, sin embargo, la elección de las llantas es una de las decisiones más difíciles de acertar. El primer parámetro que hay que evaluar es la temperatura del asfalto: con valores elevados se requieren llantas que generen menos agarre. Digamos que con un asfalto a más de 40°C puede haber que decantarse ya por la utilización de llantas de magnesio.
Pero otra cosa importante que hay que considerar también es la situación de la pista: por ejemplo, si durante los días previos ha llovido, incluso cuando el asfalto tiene temperaturas elevadas, el trazado no suele ofrecer unas condiciones de estabilidad excelentes, y esto hace que sea más oportuno empezar a probar el kart con unas llantas que tengan un agarre mejor. Lo mismo vale en el caso de que la pista resulte muy resbaladiza porque el número de karts que se hallan en el recorrido es reducido o, peor aún, por la presencia de viento que podría llevar arena hasta el asfalto.
Habiendo barajado todo esto y escogido, a priori, la llanta que se va a montar, se pasa a su comprobación en la pista. Lo que, a menudo, pone de manifiesto... ¡que no hemos entendido nada!
Además de los comentarios del piloto, los factores más importantes a tomar en cuenta son el aspecto superficial, a simple vista, del neumático y la diferencia de presión entre las fases previa y posterior a la prueba. Empecemos por aquí: si, al volver al box, la diferencia de presión respecto a lo registrado antes de la prueba es de más de 0,250,30 bar, en las llantas de magnesio, o más de 0,30 0,35 bar, en las de aluminio, significa que el kart patina. Efectivamente, las ruedas que patinan se calientan demasiado, transmiten calor al aire contenido entre la llanta y el neumático, el cual, a su vez, genera un aumento de la presión. Tendencialmente, cuanto mayor es la diferencia de presión, más patina el kart. Asimismo, es importante la temperatura de la banda de rodadura, pero en este caso los factores influyentes son muchos (el eje, el tipo de asiento y su posición...) y depende en gran medida del tipo de neumático utilizado.
Lo más sencillo, en cualquier caso, sigue siendo observar la superficie de los neumáticos: si en todos ellos está seca y poco pegajosa, tendencialmente esto es señal de que el kart patina y, por tanto, haría falta montar llantas que generaran un mayor agarre. Por el contrario, si los neumáticos tienen un aspecto grasiento y un color más oscuro, habría que corregir el agarre. La última hipótesis es que los neumáticos se estropeen sólo en el juego delantero o sólo en el juego trasero: ello significa que el kart está desequilibrado, pero, en este caso, el problema, más que con las llantas, hay que resolverlo interviniendo en otros componentes del chasis (eje, bujes, ajuste de camber y caster...).
Tenemos cuatro tipos distintos de llantas destinados a los karts monomarcha y KZ
MXC: es el modelo más viejo en el catálogo. Están fabricadas en magnesio.
MXL: también de magnesio, se distinguen del modelo MXC únicamente por su sección, pensada para disminuir la cantidad de aire entre la llanta y el neumático.
MXJ: de nuevo una llanta de magnesio. Como hemos mencionado antes, se obtiene mediante un proceso distinto, denominado “fundido bajo presión”. La utilización de estas llantas es aconsejable cuando la temperatura es baja, o bien con tipos de neumáticos duros, dado que tienen por característica la generación rápida de temperaturas elevadas, permitiendo que el neumático se ponga en temperatura y ofrezca todo el agarra posible.
AXP: llantas de aluminio. Su utilización es aconsejable cuando la temperatura es muy baja y la pista está mojada.