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Los neumáticos son el único punto de contacto entre le kart y la pista: utilizarlos a la perfección puede marcar verdaderamente la diferencia a la hora de lograr la mejor actuación. Para conseguirlo, hay que identificar los elementos (sensaciones del piloto, experiencia de los técnicos, mediciones empíricas...) con los que detectar posibles problemas y, sobre todo, su consiguiente resolución. Uno de estos elementos lo constituye el análisis de las temperaturas de los neumáticos en sí, un tema amplio en el que entran en juego un sinfín de componentes. ¿Un par de ejemplos? La selección del pirómetro apropiado, apto para lo que necesitamos, o bien el uso del método correcto de recopilación y lectura de los datos disponibles. Manejarse bien en este campo puede suponer un tiempo de vuelta varias décimas más bajo. Por ello, le hemos pedido a Pascal Cardinale, gerente de Prisma Electronics (empresa especializada en la fabricación de manómetros, pirómetros y cronómetros digitales para el mundo del automovilismo), que nos guíe, con consejos y aclaraciones, en lo que respecta a la temperatura de los neumáticos para kart.
Las distintas temperaturas de los neumáticos son la clave para entender la presión de los mismos y las configuraciones de nuestro kart: saber interpretarlas puede ayudar mucho a comprender el propio vehículo y prepararlo en vista de las pruebas o de las carreras. A cada neumático, teniendo en cuenta el fabricante y la mezcla, le corresponde un rango de temperaturas de ejercicio en el que el neumático alcanza el mayor nivel de prestaciones y estándares de duración. Conocer el gráfico de ejercicio asociado a las temperaturas de nuestro set de neumáticos es fundamental para sacarle todo el partido a nuestro kart. Todas las temperaturas que se hallen por encima o por debajo de este rango, además de afectar a la estructura del neumático en sí, puesto que reducen el nivel de agarre sobre el asfalto, afectan a sus prestaciones e impiden correr o trabajar de forma óptima. Por ejemplo, un aumento de la temperatura de los neumáticos por encima del rango ideal de ejercicio, incluso 5°C nada más, causa una pérdida repentina de agarre. En ese momento es ya imposible bajar la temperatura con solo modificar el estilo de conducción: si se está practicando, habrá que detenerse y modificar la configuración del kart o las presiones iniciales, mientras que si estamos en medio de una carrera, el resultado final se verá comprometido. La diferencia entre tirar un set de neumáticos por la borda o lograr sacarles todo el partido estriba, por tanto, en la elaboración de un cuidadoso análisis de sus temperaturas.