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La comba es uno de los parámetros fundamentales a la hora de realizar la puesta a punto del kart. Como es bien sabido, se trata del ángulo que establece la inclinación lateral del fuselaje respecto al eje longitudinal del kart: cambiarlo provoca un aumento o una disminución del agarre de los neumáticos delanteros, afectando al rendimiento en la vuelta, y a la durabilidad de los neumáticos (y, por lo tanto, al rendimiento a largo plazo en las carreras.
Rickard Kaell, un ex piloto de karts, experto del más alto nivel, explica, de acuerdo con su experiencia, todos los efectos de la comba en la puesta a punto.
En primer lugar, es necesario siempre tener en cuenta que la pista, los neumáticos, el piloto, etc. Son variables que cambian los efectos de cualquier ajuste. En general, sin embargo, puede decirse que un mayor ángulo positivo de comba (nota del editor: con la rueda en una posición en la que el ángulo entre el eje longitudinal del neumático y el asfalto es superior a 90°) cambia la superficie de los neumáticos en contacto con el suelo en la parte delantera reduciendo el agarre. Esto tiende a aumentar relativamente el agarre en la parte trasera, también porque el levantamiento de la rueda interior trasera tiende a reducirse con una comba positiva.
Un mayor ángulo de comba hace que la conducción del kart sea más fácil y que tenga menos sacudidas. Aunque, claro, esto solo es una generalización. Reducir el ángulo de comba, ajustándolo, por ejemplo, a cero (neutro), aumenta la superficie de los neumáticos en contacto con el asfalto, haciendo que la dirección sea más dura. Si la pista es rugosa, hay riesgo de que el kart salte con comba pequeña o neutra, siendo la conducción mucho más complicada y con muchas sacudidas. De hecho, el eje trasero tendrá tendencia a patinar más de repente.
El efecto de la comba se siente en toda la curva. Comparando con el avance (nota del editor: ángulo que ajusta la inclinación y la altura de las ruedas delanteras en una curva), éste tiene gran efecto al entrar y correr por la primera mitad de la curva, mientras que la comba se siente más en la segunda mitad de la curva, al salir de la misma.