Editorial
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Beppe Gabbiani: durante las pruebas... no llegar nunca al máximo
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Ser de BM significa en realidad una tarea doble. Por un lado, hay que correr, y, por otro, rodar y probar nuevos motores, chasis y neumáticos, lo cual es algo que Necchi y yo hacíamos unas 2-3 veces por semana.
Me pareció una oportunidad magnífica. Era mi gran oportunidad de aprender los trucos del oficio de Paolo, y además aprender de Baroni y Pernigotti. Fue espectacular pasar los días en la pista, sin la presión del rendimiento, simplemente opinando sobre cualquier aspecto técnico que se tuviera a mano.
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También hacíamos algunos tipos de pruebas especiales. BM estaba presente en todo el mundo, y Mr. Baruzzi concedía a sus minoristas extranjeros alguna oportunidad de primera mano para que valoraran los productos que iba a intentar vender a pilotos y equipos (y se convertían en actividades semi oficiales). Jesolo, Parma, Roma, Fano, son algunos de los nombres.
Pasábamos la mayoría de nuestras mañanas rodando los motores. Sin duda trabajábamos en los bancos de pruebas, pero luego había que llevarlos hora y cuarto a velocidad baja, y luego quince minutos a medio régimen, y otros 90 minutos a régimen fuerte, para finalmente llevarlos al límite. [...]
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