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Las motos son el principal interés del joven Benedetti, quien, siendo un muchacho, en el tiempo robado a la actividad en la empresa de construcción de su padre, con algunos amigos consigue fabricar un motor de 50 y uno de 250 cc, con el que corre además un tal Marcelino Lucchi, después piloto de pruebas de Aprilia. Sin embargo, como a veces ocurre en las historias más hermosas, una curva repentina del destino tiene reservada una desagradable sorpresa: el 16 de mayo de 1976, en el Gp de las Naciones, en el Mugello, el fin de semana es fatídico para Paolo Tordi (clase 350, que cae y es arrollado por su propia moto) y Otello Buscherini (clase 250, muerto a su llegada al hospital tras un accidente similar). Benedetti está en la pista y asiste al drama. Conocía a los dos pilotos desde que era un muchacho, cuando las pandillas de Cesena y Forlì se retaban con los ciclomotores por grandes avenidas desoladas. “Admito que después de aquella carrera pensé que ya no tenía sentido continuar: conocía bien a Tordi, hasta le hice de mecánico. Pero por suerte, al cabo de un tiempo, un amigo mío me convenció para que probara un kart: aquello me gustó mucho y empecé a correr, aunque tenía ya 27 años. No obstante, tuve bastante trayectoria: de la 125 Junior a la 125 Super. Excepto un par de carreras con un Rotax, siempre corrí con motores preparados, modificados o fabricados totalmente por mí. Por aquel entonces, los reglamentos eran mucho más permisivos y tenía margen para dar rienda suelta a mi pasión por la mecánica.
Quinta del 50, nacido en Cesena, la ciudad en la que también se asienta su empresa Motori Seven. Esta fue fundada formalmente en 1994, aunque la actividad de fabricación de Benedetti empezó en 1978. Hoy Benedetti fabrica también chasis bajo la marca Oberon Racing Kart.