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El deporte a veces regala historias inesperadas. Ocurre, por ejemplo, que el pequeño Leicester City Football Club gane la temporada 2015-16 de la Premier League o que (y llegamos al mundo del motor) Brawn GP, un equipo recién nacido que se queda con la insulsa Honda por una libra, gane el mundial de Fórmula 1 en su debut (en 2009 con Jenson Button), para luego cerrar sus puertas. O, de nuevo, puede ocurrir que, en el karting, un cartero gane el campeonato del mundo en la clase reina de los karts mono marcha batiendo al bicampeón del mundo de F1, Max Verstappen. "Había terminado el colegio y estaba en un año sabático antes de ir a la universidad. Así que trabajé como cartero porque era un trabajo compatible con mis compromisos deportivos: podía correr carreras y volver sin problemas los lunes. No paré con ese trabajo hasta 2016", dice Tom Joyner, campeón del mundo de KF ( actualmente OK) en 2013, ahora técnico en las filas de KR Motorsport, ante las risas de sus oyentes. Porque, hay que reconocerlo, una carcajada se impone cuando se descubre que el atlético, rapidísimo y arriesgado piloto que, entre otras cosas, es también campeón del mundo de karting, durante la semana, "para mantenerse en forma" (y, como buen chico, para ganar un poco de dinero)... ¡Entrega el correo casa por casa! Sin embargo, lo curioso es toda la carrera de Tom. En un deporte en el que los que se abren camino y ganan suelen aparecer en el escenario de las carreras internacionales (WSK, FIA Karting...) tan pronto como su edad lo permite en la categoría MINI (es decir, en torno a los 10 años), Tom sigue una trayectoria bastante singular: "He corrido y ganado en Inglaterra hasta los 18 años, cuando estaba listo para ir a la universidad y me dije: OK, este es el último año que corro y después dejo.
Nacido en 1992, Tom Joyner empezó a correr en karts de niño en su país natal, Reino Unido. En 2011 compitió en su primera Copa del Mundo, mientras que desde 2012 compite a nivel internacional y se proclamó campeón del mundo en 2013 en la categoría KF. Tras correr hasta 2017 con chasis Zanardi, en 2018 afronta su último año de competición con Sodikart. Hoy en día trabaja como técnico en KR Motorsport.
Pero gané el Trofeo del Norte de Europa en KF2 que valía la clasificación para el Campeonato de Europa, participé en la Copa del Mundo y al año siguiente corrí con Rickard [Kaell Franchini, ed.] en el LH Racing Team con chasis de la marca Lewis Hamilton (en la órbita de CRG, ed.). Todo comenzó a partir de ahí". En 2013, Tom pasa a la corte de Dino Chiesa, en Chiesa Corse, con chasis Zanardi (otra marca de la galaxia CRG, ed.) y motores IAME. Fue un año especial porque, como compañero de equipo, se encontró con un tal Lance Stroll: "Todo era muy diferente a la forma en que siempre había corrido. Estábamos los dos solos con un enorme camión, todo parecía un poco ridículo (y risas, ed). Tuvimos problemas durante la mayor parte de la temporada, era el año de la nueva homologación y los motores IAME no estaban en la mejor forma. Mejoraron mucho con el paso de los meses, pero Lawrence Stroll (el millonario empresario, padre de Lance, ed.) quería el mejor de los motores. De hecho, pocos días antes del comienzo del Campeonato del Mundo de Karting de la FIA en la categoría KF, Tom descubrió que él y Lance correrían con motores TM Racing: "Me llamaron el lunes o el martes antes de la carrera, y en la lista de inscripciones todavía estaba inscrito con motores IAME. En parte estaba contento porque iba a trabajar con GFR (tuner británico de renombre internacional, ed.) que me seguía motorísticamente cuando era un niño, pero al mismo tiempo no me parecía bien separarme de IAME después de todo el trabajo que hicimos juntos para ser competitivos. A diferencia de hoy, el campeonato mundial se disputaba en dos rondas: la primera en el circuito PFI en Brandon (Reino Unido), la segunda en el Bahrain International Karting Circuit, a pocos pasos de la pista de Fórmula 1.