El chasis de un kart, en práctica, está formado por un puñado de tubos de acero soldados juntos. Sin embargo, tras esta aparente gran sencillez, hay un procedimiento complejo, tanto en la fase de análisis y diseño, como en la de fabricación. En TKART, hemos analizado ya este segundo aspecto, mostrando sea los procesos
manuales de producción de un bastidor, que las modalidades
automáticas y robotizadas. Aquí nos detenemos en lo que son los parámetros principales para “entender” un chasis de kart: de las características de los tubos, a las principales medidas del chasis. Incluso unos pocos milímetros, hace que el kart tenga comportamientos y reacciones diferentes en la pista.