Polvo, residuos, aceite,… Con el uso normal de un kart en pista hay muchos elementos que, con el tiempo, terminan arruinando la pintura de diferentes piezas, como el radiador, las pinzas de freno, el escape… Pero todo se puede arreglar, porque hay una «pintura especial» que, rociada sobre las áreas a restaurar, hace recuperar los componentes del kart (casi) su esplendor original. En particular, esta pintura es resistente a las altas temperaturas pues se aferra incluso a superficies grandes.

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A diferencia de los monoplazas, los karts no tienen cinturones de seguridad. Lo único que se puede hacer para permanecer en la posición correcta es por lo tanto, presionar con los pies en los pedales y con los brazos el volante. Si quiere una ayuda adicional para evitar escurrirse durante el frenado, lo mejor es pegar una película antideslizante en la parte inferior del asiento. Esto aumenta el agarre entre el mono y la fibra de vidrio, y le ayuda a mantener su posición.

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