Todo kartista lo ha oído un sinfín de veces, y sin embargo pocas frases son tan verdaderas y fundamentales como ésta: a menudo son los accesorios más insignificantes, a los que no se les echa cuentas, los que comprometen el resultado de una carrera o, sencillamente, nos aguan la fiesta en un día de diversión en la pista. Y es que, que el motor ha de estar en regla y revisado, todos lo saben y lo toman en cuenta, pero que un simple muelle esté bien sujeto y no corra el riesgo de desengancharse de repente, es algo que se subestima o se da por sentado demasiadas veces. Por otro lado, es verdad que siempre puede haber un imprevisto; pero intentar prevenir cualquier posible contratiempo es una regla que no hay que subestimar.
Por ejemplo, no hay que subestimar el hecho de que los muelles que sujetan el tubo de escape puedan romperse sin previo aviso, en cualquier momento, haciendo que perdamos el escape mismo. En este caso, la medida consiste en fijar un cable entre el tubo y el cilindro, acordándose de que la parte del cable que está en contacto con la culata del motor vaya en una camisa de goma, evitando así el deterioro del cilindro. De esta forma, no se correrá el riesgo de que la carrera, o el día de solaz en la pista, terminen por culpa de un simple muelle que se desengancha.

Lo hemos visto durante la segunda etapa del Campeonato Europeo de Karting OK y OKJ FIA 2018, bajo la carpa del equipo Ward Racing.