KARTS BIREL CAMPEONES CON 20 AÑOS DE POR MEDIO

En su conjunto, la forma de un chasis de hace 20 años no se aleja mucho de la actual. Por lo que se refiere al Birel CQ32 la diferencia principal reside en el perfil parabólico de los largueros. Estos, además, llegan a soldarse sobre otros dos tubos en la zona del depósito, al contrario de lo que ocurre con el chasis del CRY30 S10, cuyos largueros están constituidos por un único tubo que va de las Cs hasta los acoplamientos del parachoques trasero. Asimismo, las curvas del chasis de 2019 siguen un perfil más anguloso, al que se le han hecho unos retoques adicionales en previsión de la cita del campeonato ganado. Cambian también los diámetros de los tubos: casi todos de 32 mm en el caso del CQ32 (con la excepción de los dos tubos a los que están soldados los largueros curvados y que conectan las Cs de las manguetas con el tubo horizontal que pasa por delante del asiento); todos de 30 mm en el caso del CRY30 S10. Por lo general, los cuadros para las categorías de cambio de marchas usan tubos de 32 mm, que ofrecen más rigidez y resistencia al estrés. El uso de Ø 30 mm cumple con el tipo de caucho utilizado en KZ, con el objetivo de explotarlo de la mejor manera.

Para elaborar el CRY30 S10, Birel ART cuenta con técnicas de soldadura robotizada de vanguardia, con las que la precisión y los resultados uniformes en cada bastidor están garantizados. Por el contrario, las soldaduras del CQ32 estaban todas hechas a mano. La diferencia en el método de producción es considerable, sin duda, aunque a nivel técnico es un tema debatido: aún hoy no faltan los fabricantes, incluso importantes, que siguen prefiriendo las soldaduras manuales efectuadas por técnicos especializados (si bien coadyuvados por soldadoras de última generación) antes que una soldadura completamente automatizada.