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TKART magazine Informe | Guía de compra de manómetros para kart
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GUÍA DE COMPRA DE MANÓMETROS PARA KART

Luca Barnaba
28 Enero 2022
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De los productos analógicos para principiantes a los sofisticados instrumentos digitales de más de 300 euros de precio: un mundo de lo más variado en el que orientarse gracias a nuestro informe, que analiza los principales productos específicos para el karting y explica qué aspectos hay que evaluar antes de comprar vuestro próximo instrumento para medir la presión de los neumáticos
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LO QUE HAY QUE SABER

El mundo de los manómetros se divide en dos categorías: instrumentos analógicos e instrumentos digitales. Pero antes de analizar ambas (y posteriormente los principales productos que se hallan en el mercado), analicemos cuáles son las razones por las que un kartista se ve obligado a dotarse de un manómetro.
¿Por qué comprar un manómetro?
Cuando se habla de la presión de ejercicio de los neumáticos, se entra en un universo complejo y amplio, en el que la teoría y la experiencia práctica han de ir acompañadas de dispositivos de medición que ofrezcan fiabilidad y se ajusten a las necesidades de quien los compra. En efecto, una medición errónea de la presión de los neumáticos por la falta de precisión del instrumento puede perjudicar vuestro rendimiento con el kart. El mundo de los karts es mucho más sensible a la presión de los neumáticos, y depende mucho más de esta, que el mundo de los comunes coches de carretera. No hay más que pensar que la presión de inflado de una rueda para kart es poco superior a 0,5 bar, mientras que en los coches ronda los 2 bar. Esto significa que, en el caso del karting, toda mínima variación, incluso de 1 décima de bar, tiene una gran incidencia en la presión de inflado de los neumáticos, la cual es menor en campo automovilístico. Por ello el kartista se ve obligado a dotarse de un manómetro que pueda serle útil para medir la presión cada vez que vaya a iniciar un nuevo turno de conducción en la pista.
Y aquí es donde empieza... la confusión. En el sentido de que el mercado de los manómetros esta muy estructurado y diversificado, empezando por los precios: pueden ir desde 20-30 euros, por artículos básicos no específicos para el karting, hasta 700 euros por los más completos en cuanto a características ofrecidas. Pero antes de adentrarnos en el análisis de los productos y de sus funciones, conviene abordar la clasificación principal (propia de la mayoría de los instrumentos de medición de fenómenos físicos) a la que están sujetos los manómetros: instrumentos analógicos e instrumentos digitales.
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Neumáticos para coches y neumáticos para karts: grandes diferencias en tamaño, pero también en cuanto a presión de inflado.
Instrumentos analógicos
Los dispositivos analógicos transforman el fenómeno físico de referencia en un impulso que llega a un medidor. En el caso de los manómetros, el dato de la presión es indicado a lo largo de la escala del dial por el movimiento de la aguja de calibración, como función de la fuerza de empuje generada por el aire del neumático sobre esta.
Sin embargo, teniendo en cuenta su naturaleza mecánica, estos dispositivos resultan más frágiles y es más fácil que se desajusten (llegando a menudo hasta el fondo de la escala, por ejemplo). En ese sentido, es importante cuidar muy bien el instrumento y dotarse de dispositivos de protección con los que alargar su vida útil.
Para reducir en mayor medida el estrés (a menudo relacionado con el transporte, las condiciones de uso o a la forma en que son manipulados) al que se ven sometidas las piezas mecánicas de los manómetros analógicos, algunos fabricantes llenan el manómetro de líquidos (principalmente soluciones de glicerina). Si, por un lado, de esta forma se consigue preservar los mecanismos internos del manómetro, evitando roturas o que el dispositivo se desajuste, por otro, puede conllevar, en condiciones atmosféricas o de presión externa particulares, unas variaciones en la medición que pueden llegar a ser de 2 a 3 bar, lo cual, de producirse, impediría su uso en el ámbito del karting. En estos casos es importante asegurarse de que el manómetro seleccionado disponga de un mecanismo, del tipo que sea, capaz de eliminar toda influencia ambiental y hacer que este sea fidedigno en todo momento.
Los dispositivos analógicos pueden constituir una buena aproximación al tema de la gestión de la presión en el kart, teniendo en cuenta sus reducidos costes, así como su facilidad de uso y de localización en el mercado.
Cuando se compra un manómetro analógico, es fundamental hallar un buen término medio entre el tamaño del dial y el nivel de precisión del dispositivo. Efectivamente, para una mayor legibilidad y precisión en la medición, es importante tener un dial de dimensiones considerables: cuanto más grande sea, menor será el porcentaje de error (esto es, el nivel de precisión) del dispositivo.
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Instrumentos digitales
Los manómetros digitales, a través de un sensor piezorresistivo, convierten la presión en un dato numérico que es mostrado sobre una pantalla digital.
Este tipo de instrumento, por regla general, es preferible al tipo analógico, tanto en lo referente a su precisión (pues ofrecen de media un porcentaje de error inferior en la medición) como por la facilidad de lectura del dato obtenido, ya que el dato unívoco que aparece en pantalla no podrá verse afectado por un error de paralaje, es decir, una interpretación errónea del dato influenciada por el ángulo desde el que se mira la pantalla, como puede ocurrir con la aguja de un manómetro analógico.
Pero respecto a estos dispositivos también hay algunos aspectos de obligada consideración. En primer lugar, los aparatos digitales suelen tener de media un coste mayor que los analógicos: precios demasiado bajos pueden suponer que los sensores sean menos precisos y fiables. Además necesitan una fuente de alimentación, por lo que obligan a tener bajo control este aspecto. Básicamente, si sois unos kartistas desmemoriados que corren con el kart solo de vez en cuando y sin andar controlando cada vez las herramientas y los instrumentos a disposición, quizás un dispositivo analógico, siempre listo para usar, sea el más indicado. Por último, los dispositivos digitales también pueden desajustarse. La mayoría de los instrumentos ofrece la posibilidad de ponerlos a cero manualmente y periódicamente, apretando una combinación de algunas teclas. En un caso, como veremos, esta función, en cambio, está disponible en automático, es decir, que el manómetro por sí solo detecta si se ha desajustado y se pone a cero automáticamente.
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Rango de los valores de medición
El rango de los valores de medición del dispositivo, sobre todo por lo que se refiere a los manómetros analógicos, es de fundamental importancia. Efectivamente, los instrumentos resultan más precisos y fiables cuando trabajan en el centro de una escala de valores. ¿Eso qué significa? Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: en el kart, las presiones de inflado de los neumáticos oscilan indicativamente entre 0,6 y 1,0 bar, dependiendo de su mezcla y de las condiciones de la pista/ambientales. Pues bien, teniendo en cuenta esto, sería ideal disponer de un manómetro que tuviera estos valores en mitad de la escala del dial y, por tanto, unos 2,5 bar en el tope de la misma. Esto es así porque la precisión de un manómetro analógico es máxima en el segundo tercio de su escala (entre un 25 % y un 75 % del tope). Si no es posible escoger un manómetro que tenga un tope de escala alrededor del doble de la presión de ejercicio, es mejor escoger un manómetro con un rango dos veces mayor, en lugar de uno con un rango dos veces menor.
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Nivel de precisión
El nivel de precisión del dispositivo indica el margen de error del instrumento, expresado en porcentaje, respecto al valor del tope de la escala. Este, en los dispositivos analógicos, está determinado por la calidad mecánica interna, el tamaño del dial y el tope de las escalas (estas dos últimas medidas están estrechamente relacionadas),
mientras que en el caso de los digitales el nivel de precisión está determinado por la precisión del sistema electrónico y la precisión del sensor de presión seleccionado por el fabricante, quien ha de declararlo al sacar el producto al mercado tras la fase de pruebas. En ambos casos, cuanto más bajo es dicho porcentaje, más exacta es la medición del dato por parte del dispositivo.
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