Cómo estaban hechos
Sin embargo, hará falta esperar algunos años antes de ver los cascos jet en las pistas de kart. En tema de seguridad, efectivamente, podemos decir que el kart siempre ha ido siguiendo de cerca lo que ocurría en el automovilismo, sobre todo en F1.
A finales de los años 50, pues, en los kartódromos se ve fundamentalmente el casco “de tazón”, o como lo llamaban algunos en Italia, el “budino”(el flan): “Yo –cuenta Siegfried Stohr (en la foto)– tenía ya entonces la F1 metida en la cabeza y la elección del jet no fue solo una cuestión de seguridad, sino también de estética”. A partir de 1954, también otros fabricantes, además de Bell, empezaron a producir cascos jet, además con técnicas de fabricación innovadoras para la época.
AGV, por ejemplo, ya en 1953 trabajaba en la fibra vulcanizada y, al año siguiente, empezó a fabricar y comercializar el primer modelo de casco “de tazón” completamente de fibra. En 1959, en cambio, Arai fabricó su primer modelo jet utilizando el proceso de elaboración
bag moulding para calotas FRP de dos partes, apetura y cierre, con moldes de metal.