CRG HERON PLUS: EL KART CAMPEÓN DE EUROPA CON LEWIS HAMILTON EN 2000

El CRG Heron Plus, ya en la época de su primera homologación, a finales de los años 90, dio qué hablar por su peculiar diseño, alejado de los estándares más clásicos. El chasis se compone de tubos de dos diámetros distintos: concretamente en el juego delantero, con un tubo que parte de la zona de las Cs y le da toda la vuelta a la zona central, cuyo diámetro es de 28 mm, mientras que todos los demás son de 30 mm.
La característica principal del chasis fabricado por CRG era su elevado nivel de agarre en el tren trasero, un factor determinante para poder sacarle el máximo partido a los neumáticos.
En el delantero, los ángulos se ajustan girando el casquillo superior cuyo agujero está descentrado, lo que permite modificar la posición de la mangueta en cuatro posiciones, mientras que abajo el casquillo inferior tiene el agujero en el centro del eje. El planteamiento del sistema sigue siendo el mismo hoy día, aunque se ha desarrollado ofreciendo muchas más regulaciones y requiere menos tiempo para la configuración.
El soporte de la columna de dirección tiene una estructura de caja abierta, como es tradición en Kalì Kart, uno de los primeros fabricantes que intuyó la importancia de la rigidez en la zona de enganche de la columna de dirección, haciendo de ello una marca de fábrica propia. En el juego trasero, la altura de los soportes del chasis que sostienen las carcasas de los rodamientos del eje se pueden ajustar en dos posicione: altos o bajos. Por último, la batalla del chasis es fija: en su época, para modificarla se elaboraban directamente unos bastidores con estructuras de caja soldadas más adelante o más atrás, dependiendo de la medida deseada.
Al cabo de más de 20 años, hoy CRG Heron ha vuelto a la pista, manteniendo sus insólitas formas pero completamente actualizado, con la homologación de 2018. Aquí podéis leer el análisis de TKART

El sistema de frenado, presente sólo en el eje trasero, al igual que el chasis, es bastante peculiar. Está equipado con una pinza doble, estudiada y fabricada por Brembo, líder mundial en el sector de los sistemas de frenado, para ser montada también en los frenos delanteros (presentes en los karts de marchas), lo cual simplifica con creces la gestión de los accesorios del chasis. En los karts de entonces, de 125 cc (la cilindrada de los karts de marchas, mientras que en los automáticos era de 100 cc) era posible instalar un sólo modelo de pinza para el juego delantero, derecho e izquierdo, y el trasero, gracias a que el soporte era doble. El disco de freno, flotante y autoventilado, sigue el mimo planteamiento, es decir, es igual para el juego trasero y para los delanteros. Por el contrario, la bomba del sistema hidráulico sigue una forma clásica, similar a los karts de última generación.

Si se montara en los karts modernos, este tipo de sistema de frenado resultaría demasiado pequeño, ya sea por el aumento de las cilindradas (de 100 a 125 cc en los karts monomarcha) y de la potencia, que por el peso, que se ha incrementado considerablemente, por lo que se necesita un sistema de mayor capacidad de frenado.