Todos los aficionados a los motores, por lo menos una vez en la vida, han corrido con los karts de alquiler: vehículos pesados, propulsados por motores 4T de bajas prestaciones que, aunque cada vez sean más bonitos y modernos, no proporcionan lo que se dice una verdadera “descarga de adrenalina”. Claro está, uno se divierte igualmente, sobre todo con los amigos, pero a la larga, para quien se aficiona, las ganas de probar un kart de carreras con un motor 2T de elevadas prestaciones acaban apretando. El problema es que dichos karts, mucho más cautivadores incluso estéticamente, suponen disponer de un presupuesto considerable, tanto para su compra, como para su administración. Así, ocurre que muchos kartistas en potencia renuncian, o bien que otros, presos del entusiasmo, se lanzan a comprar un vehículo, a lo mejor usado, y acaban guardándolo en el garaje a nada que se presentan los primeros problemas: es lo normal cuando no se tiene demasiado tiempo para invertir en el mantenimiento. Porque, en realidad, lo que apetece es simplemente arrancar el kart, entrar en la pista y disfrutar el día pensando solo en conducir.
Consciente de ello, Tillotson, la conocida empresa irlandesa de carburadores de membrana, ha diseñado el kart T4-C1. Un vehículo equipado con un chasis de carreras y motor de 4 tiempos que, gracias a la amabilidad de Tillotson, TKART ha podido probar en el mítico circuito Pista Azzurra de Jesolo, un kartódromo a la antigua y, por lo que dicen todos los pilotos que ahí han corrido, uno de los trazados que más técnica requiere de los que hay en Italia.