La oxidación es un fenómeno que se manifiesta, en el caso de los metales, como consecuencia de una prolongada exposición al aire y a la humedad. Por consiguiente, tanto el magnesio como el aluminio se ven afectados. Sin embargo, el magnesio, debido a su naturaleza, se ve afectado en un periodo de tiempo mucho más breve que el aluminio (por lo general, al cabo de un año desde su producción). A la vista, la oxidación de la pieza de magnesio se aprecia en que esta pierde brillo, cuando el magnesio es en bruto. Si es tratado y coge su color oro habitual, como la mayoría de los productos que hay disponibles en el mercado, se acabarán formando unos puntos blancos sobre su superficie. En general, para prevenir o retardar la oxidación, es una buena costumbre tratar periódicamente las piezas con un buen producto para proteger los metales (por ejemplo, el WD-40). En cambio, analizando la fiabilidad media de una pieza de magnesio comparada con otra igual de aluminio lo que incide sobre todo es la mayor rigidez de la pieza de magnesio, que, en consecuencia, estará más sujeta a roturas en caso de choques o estrés mecánico relacionados con su uso. No obstante, para superar estas diferencias entre los dos materiales, en AMV Kart hemos patentado un tratamiento especial de anodizado electrolítico con plasma denominado OXiTECH, el cual permite que las piezas de magnesio alcancen unos extraordinarios niveles de protección contra la corrosión y el desgaste.