En el mundo de Birel ART, el 95% de la soldadura se realiza con máquinas robotizadas, porque garantizan una calidad óptima. También hay operarios de soldadura muy capaces, pero con los robots se tiene una homogeneidad que no siempre se garantiza manualmente. Por eso, tanto en los bastidores de producción como en los de competición, la soldadura está robotizada. Hay que decir, en aras de la claridad, que no hay diferencia entre una soldadura manual hecha por un profesional y una robotizada, por lo que no es cierto que un bastidor soldado por un robot sea mejor que uno soldado a mano y viceversa. Con el robot sólo tiene la garantía de una mayor consistencia en la producción y en términos de calidad.