Las barras que sostienen el asiento, sujetándolo en las estructuras de los portarodamientos, son unos elementos importantes por lo que se refiere a la configuración y el comportamiento del kart: su posición (pero también su forma, longitud, diámetro, espesor...) influye en la rigidez del chasis y, en consecuencia, el comportamiento del vehículo. No hay una ley que establezca la colocación correcta de las barras, y nada impide cruzarlas. Eso sí, se trata de una solución comprometente, que requiere doblar las barras mismas, pero es posible hacerlo. El resultado es una rigidez a medio camino entre la obtenida montando una sola barra de soporte y montando dos. Pero, de todas maneras, es también mayor que la proporcionada por las dos barras montadas horizontalmente (es decir, con una inclinación menor de 45°).
El máximo de rigidez, y por tanto el máximo de agarre, se obtiene montando dos barras “verticales” (inclinación mayor de 45°).