No es nada raro que un
campeón (4 veces) de F1 tenga ganas de correr en Kart el día posterior a un
Gran Premio de F1 (exactamente, el de Sochi 2019), sobre todo si el resultado no ha sido bueno. Pero
Sebastian Vettel no es un campeón cualquiera y, en más de una ocasión, ha demostrado que realmente le
gusta el kart y que también lo utiliza como válvula de escape y de... reflexión. Por eso, los que lo conocían no se sorprendieron cuando, hacia las 10:00 de un cálido lunes de finales de septiembre, Vettel llegó a la
South Garda Karting de Lonato, después de haber cogido un vuelo desde
Sochi la noche anterior, aterrizar en Boloña, para coger luego el coche y conducir hasta Desenzano a donde llegó a las
2 de las noche. Y todo esto, como siempre hace, sin ninguna “corte” de asistentes personales, entrenadores de la mente u otros, sino simplemente... ¡él solo! Así, después de tres años desde la
última vez, TKART de nuevo tuvo el honor de vivir de cerca, en exclusiva gracias a la concesión por parte de Tony Kart, la intensa jornada de Sebastian Vettel en los karts.
La sorpresa llega incluso antes de saludar al piloto alemán, porque preparados para Vettel, debajo de la carpa del Tony Kart Racing Team, hay dos bastidores
Racer 401 R con el número
5: el primero con configuración
OK (una sola marcha) con el motor
Vortex DST; el segundo con configuración
KZ (shifter) con motor
Vortex RSZ. Una novedad para él, que nunca ha conducido un kart con
cambio de velocidad. Desde luego, no faltan los ingredientes para pasar un día inolvidable.