[traducido con Google]

Mientras se celebra la reunión extraordinaria del Consejo de Deportes del Automóvil Club de Italia - convocado para tomar medidas urgentes tras el abominable e inaceptable gesto del kartista ruso Artem Severiukhin, en el podio de la carrera europea de karting júnior en Portimao (Portugal) - aún en proceso, se sabe que el mismo consejo decidió retirar de inmediato la licencia deportiva de Severiukhin y, al mismo tiempo, la remitió a la Justicia deportiva para que evalúe la definición de nuevas sanciones que sean de su competencia.

Medidas ineludibles, ya que, con su gesto temerario, Severiukhin ha demostrado una falta de respeto no solo a los valores universales que siempre han inspirado todos los deportes, sino también a la humanidad, la dignidad y la convivencia civil.

Severiukhin había obtenido la licencia italiana, tal y como exige la normativa de la FIA (la Fédération Internationale de l'Automobile), que deja a los jóvenes pilotos de todas las nacionalidades la más amplia libertad de circulación entre las Federaciones internacionales, para permitirles crecer profesionalmente en esas Países - como Italia - que tienen una gran tradición en cuanto a formación en el motorsport y formación de pilotos para la profesionalidad.

Nuestro país, en particular, siempre ha sido el más importante del mundo en lo que respecta a la práctica del karting, como lo demuestra el hecho de que solo en 2021 355 pilotos extranjeros, de las más variadas nacionalidades, obtuvieron la licencia deportiva italiana para esta disciplina.

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