El uso de kart eléctricos permite acabar con los costes relacionados con el mantenimiento del propulsor, sin olvidar los del carburante. Tomando como referencia la categoría 60 Minikart, el motor eléctrico se entrega precintado y ninguna de sus piezas puede ser alterada, por lo que también se eliminan, de esta forma, los costes de preparación deL motor y el carburador.
La versión de carreras que hemos analizado se basa en el chasis Mini Luxor Ramses, la cual, como hemos dicho antes, no necesita ninguna modificación estructural para acoplarle el motor eléctrico, que a su vez está equipado con un soporte de fijación para anclarlo al chasis mediante dos bridas, precisamente como en un 60 cc 2T.
La potencia del motor es transmitida a las ruedas mediante una correa, quedando ésta protegida con una cubierta específica, para que la seguridad total esté garantizada y los órganos en movimiento permanezcan limpios. Para mantener sin cambios el kart, se ha decidido conservar el cable del acelerador y no sustituirlo con un sensor: esto da la posibilidad de transformar un kart con motor de explosión en eléctrico en pocos y sencillos pasos.