El kart es famoso y apreciado por ser un vehículo sencillo respecto a los demás coches que pueblan el universo del automovilismo. Esto, sin embargo, no significa que no ofrezca varias posibilidades de regulación. Sin olvidar que, para establecer una configuración óptima, cada situación merece ser examinada por separado, se pueden dar, en cualquier caso, indicaciones generales útiles, empezando por la evaluación del tipo de pista en la que nos hallamos y la adherencia que esta ofrece.
Las primeras consideraciones que hacer, por tanto, tienen que ve con las características del trazado: como hasta los menos expertos pueden intuir fácilmente, un trazado técnico, con tantas curvas seguidas que recorrer principalmente a una velocidad reducida, requerirá un vehículo que reaccione bien, rápido en los cambios de dirección y dotado de una óptima movilidad para salir rápidamente de las mismas. Al contrario, una pista con curvas rápidas y rectas largas, se aprovechará plenamente con un vehículo estable, poco nervioso y capaz de mayores velocidades de punta.