En el karting se utilizan dos tipos de cadenas, una para los motores con una única relación de transmisión, denominada serie 219, y una para los motores de marchas, la serie 428. Estos dos tipos se diferencian por la longitud del paso y la anchura interna, pero están constituidas por los mismos elementos. Entrando en detalle, las cadenas se componen de una serie paralela de placas (internas y externas) con dos agujeros, superpuestas de manera alternada y unidas por un pasador. Dentro del pasador hay un casquillo insertado que atraviesa la placa interna y facilita la lubrificación a lo largo del pasador. En el casquillo va montado un rodillo, cerrado por las placas internas. El rodillo es el elemento que absorbe la mayor parte de la fuerza ejercida por el piñón, con el fin de transferirla a los dientes de la corona.
Existen cadenas equipadas con juntas tóricas entre la placa interna y la externa. Esta solución permite una lubrificación continua de la piezas e impide la penetración de agentes externos (suciedad, tierra, polvo...) que son perjudiciales para la durabilidad de la cadena. Las cadenas con junta tórica aumentan la fricción y reducen la potencia que llega a la rueda. Hablamos de valores bajos, pero su uso es aconsejable con motores de potencias que superen los 30 CV, con los que la durabilidad de la cadena se ve sometida a dura prueba. Al contrario, en los motores de menos caballos, como por ejemplo los que carecen de caja de cambios o en los de 60 cc de la categoría Mini, es aconsejable una cadena sin junta tórica, que contribuye a que la transmisión sea más fluida.
Las cadenas de la serie 219 están disponibles con varias longitudes, que se pueden determinar en función del número de eslabones que las componen, generalmente de 98 a 110.
Las cadenas utilizadas en los karts de marchas (serie 428) tienen eslabones de mayor tamaño, para resistir a las fuerzas a las que se ven sometidas, y es posible modificar su longitud por medio del eslabón de unión y utilizando una herramienta específica, el extractor y divisor de cadena, para quitar/añadir eslabones. El eslabón de unión es fácil de reconocer por la presencia de una doble placa externa de cierre, que permite la apertura de la cadena y la introducción de eslabones con el fin de incrementar su longitud total. La variación hay que efectuarla siempre sobre dos eslabones (una pareja de placas internas y una de externas). Las cadenas están formadas por un número par de eslabones.