Los neumáticos se montan habitualmente en las llantas a mano y, una vez montados, se "hinchan" con un compresor. El proceso hace que el neumático se expanda y se adhiera correctamente el borde de los dos hombros del neumático (interior y exterior) al perfil de la llanta, creando, entre otras cosas, un sellado que no permite que escape el aire. Las llantas de los karts de última generación tienen los llamados "tornillos", 3 tornillos por llanta, colocados cerca del borde exterior, que garantizan una mayor seguridad evitando que flexionen, cosa que puede ocurrir a presiones de inflado muy bajas. Hay que tener cuidado de aflojar los tornillos lo suficiente, de modo que las puntas queden dentro de los asientos roscados, ya que si no fuera así, durante el proceso de desmontaje del neumático con un cambiador de neumáticos, o cuando se "hinchan" los neumáticos, los tornillos podrían dañar el borde de la parte exterior del hombro, dañando la junta.