Si no se sabe cuál es el ajuste adecuado de la presión que hay que hacer en frío, durante el primer turno en la pista hay que ajustarla en un nivel básico, digamos un valor “estándar” que en general, con neumáticos para pista seca, va de 0,45 a 0,60 bar, si bien depende del modelo de neumático, de las condiciones atmosféricas y de cómo se le quiera sacar partido a los neumáticos en la pista. Es importante apuntar el valor de ajuste, porque éste es el que nos ayudará a entender cuál es la presión adecuada que poner en las rondas siguientes.
Si se sabe la presión correcta en caliente (pero no en frío), se puede ir por ensayo y error, empezando con valores bastante elevados. Se va corriendo en la pista hasta detenerse en el momento en que se siente que los neumáticos están calientes y, por tanto, ofrecen el máximo agarre. Entonces se comprueba la presión y, si es mayor que la aconsejada en caliente, se reduce. Tras lo cual, se deja que el neumático se enfríe y, una vez que está frío, se comprueba de nuevo la presión: éste será el valor ideal en el que ajustarla, en frío, cuando las condiciones climáticas sean similares a las del ensayo.