A primera vista, el radiador puede parecer uno de los accesorios más sencillos de montar en el kart. Pero, en realidad, hay varios detalles que pueden mejorar o empeorar su rendimiento. Para proceder al montaje, tras haber quitado el carenado izquierdo del kart, de manera que se pueda trabajar sin impedimentos, la primera cosa que hay que motar es el soporte delantero, es decir, el más corto de los dos que sujetan el radiador. Justo después, se fija al chasis el largo también, siempre sin apretar los tornillos al máximo, puesto que, a continuación, habrá que regular la inclinación. Llegados a este punto, se pasa a regular la elevación de los soportes, interviniendo en las guías que permiten alzar o bajar el radiador. La elevación depende del modelo de radiador. En todo caso, generalmente es siempre mejor montarlo ligeramente por encima de la salida superior del agua del motor, de forma que se evite la acumulación de aire en la culata del motor, en caso de que no se efectúe bien la purga. Seguidamente, también por medio de los soportes, se puede fijar el radiador ajustando el volumen que éste ocupa lateralmente. Pero no sin antes haber montado de nuevo el carenado, que servirá como referencia para saber cuánto lo podemos desplazar hacia la izquierda.