Búsquedas frecuentes
Comprobar la carburación es fundamental! Sin embargo, no es fácil hacerlo, a pesar de que existen varios métodos. El piloto, ciertamente, tiene un papel clave al oír y sentir las prestaciones del motor en regímenes altos y bajos. Incluso la telemetría puede dar indicaciones más que claras, pero es un instrumento más complejo y menos inmediato.
El método más directo, visual y casi infalible (pero requiere más experiencia), es el de comprobar el cielo del pistón. Para entender los detalles nos hemos dirigido al preparador oficial de TM Racing: Franco Drudi, “super gurú” de los motores de dos tiempos.
Un método muy efectivo es ciertamente el de abrir el motor y “leer” la cabeza del pistón y los anillos. El pistón es el“detonante” que, con su movimiento, genera el trabajo útil del motor. Aparentemente es simple, en realidad se compone de diferentes partes cuidadosamente estudiadas. En el motor 2T es el responsable de la apertura y el cierre de las luces de trasvase y de descarga (tarea que en los motores 4T realizan las válvulas).
Se analiza el cielo del pistón. Iniciamos con decir que las partes de color marrón indican las zonas que se han calentado particularmente, mientras que las zonas que no tienen color y quedan con el metal limpio son áreas mas frias. El cielo del pistón tiene dos áreas por analizar: la primera, por comprobar la carburación en giros bajos, es la zona de los cambios, contraria a la descarga. Aqui el color del metal, muy bien legible con pistón nuevo o casi, debe estar claro, limpio, en súma: no debe cambiar su color metalico. Si aparecen áreas marrones significa que la carburación es demasiado poca, el pistón se está calentando en esa zona y, entonces, se deben engrasar ligeramente los bajos.
Los altos siguen el mismo principio ligado a la coloración, pero se tiene que mirar la zona central della cabeza del pistón. Si resulta, por ejemplo, demasiado clara, significa que la carburación es demasiado grasosa. El centro del cielo del pistón se debería calentar mayormente respecto a las zonas del cielo y, entonces, colorar ligeramente, al contrario de las áreas de los cambios a los cuales se hacía referimento por los bajos.