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Tras haber analizado las características de los sistemas de escape para las clases KZ y sus efectos en las prestaciones del kart al variar los parámetros (sobre todo la longitud y el diámetro), nos concentramos ahora, con Eligio Torriggiani, gerente de la empresa líder del sector, Elto Racing, en la 60 Mini. De hecho, el escape puede jugar un papel determinante en las prestaciones del kart también en la categoría reservada a los más jóvenes. Lo mismo vale para el sistema de escape con flexible utilizado con algunos motores monomarcha.
El escape desempeña un papel importante también en la 60 Mini: aumentando o disminuyendo su longitud, el comportamiento del motor cambia. Como en la KZ, el tubo de escape ha de estar homologado también en esta categoría, pero es posible moverse, en cualquier caso, en un marco de tolerancias permitidas. La diferencia es que, en este caso, el tubo de escape es igual para todos los motores de 60 cc.
El escape de la Mini se compone de una curva, un cono y el cilindro al final; la primera curva tiene una tolerancia de 3 mm, mientras que la del cono es de 1 mm. Un tubo de escape “corto”, es decir, al límite de la longitud mínima, hará que el motor sea más deslumbrante en aceleración y, al contrario, con uno al máximo reglamentario se obtendrá un excelente rendimiento en regímenes bajos.
Es difícil precisar una cifra; depende de muchos factores, lo que más, las características de la pista. Claramente, podemos decir que consiguiendo mejorar las prestaciones del motor, y dependiendo de la configuración del chasis y el estilo de conducción, se puede ganar una décima, décima y media por vuelta. Son números importantes, si pensamos en las pequeñas diferencias de tiempo de vuelta que se dan en esta categoría...
Para quien participa en competiciones de alto nivel, mi consejo es que sustituya el escape cada diez carreras, aproximadamente. Yo evitaría abrirlo y limpiarlo con ácidos o sustancias agresivas. Tampoco quemarlo es una operación que mejore la situación, es más: acaba por modificar a peor la resonancia de la chapa de la que está hecho. En definitiva, la sustitución es la mejor solución para mantener un nivel alto de prestaciones en el motor.