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Entre un motor estándar y uno preparado hay, en general, una notable diferencia en términos de prestaciones. Naturalmente, para obtener el mejor resultado, se necesita un gran trabajo por parte del preparador, que debe tener una experiencia considerable; no puede hacerlo cualquiera. Gianfranco Galiffa, uno de los preparadores más conocidos y triunfadores del karting, explica cuáles son las zonas más sensibles del motor 2T y cómo deben ser modificadas para aumentar las prestaciones.
Las zonas en las que hay que intervenir son muchas. Los dos cárteres y el cilindro son claramente las dos partes en las que concentrar el máximo esfuerzo. Antes de entrar en materia, sin embargo, es importante destacar que la preparación del motor requiere algo de destreza manual, concretamente con el fresado, que no es automático, pero sobre todo son necesarios conocimientos específicos y experiencia. Se puede hacer algún que otro tentativo, pero hay que ser conscientes de que en este caso existe la posibilidad de empeorar las prestaciones, en lugar de mejorarlas, y tener que tirar luego el cilindro o el cárter, con los gastos que ello supone y que no hay que subestimar.
Está claro que los cárteres estándar se pueden mejorar para facilitar el paso de la mezcla aire-gasolina. De hecho, cuando salen de los procesos de mecanizado, los cárteres suelen tener algunas zonas, sobre todo las relacionadas con la aspiración, que presentan irregularidades: el preparador puede intervenir puliendo la superficie para eliminar la viruta que hubiera podido quedar durante el proceso de fundición, favoreciendo así la dinámica de fluidos y, por tanto, las prestaciones del motor.
Además hay que tener un cuidado especial con el cilindro. El cárter dispone de una suerte de "rampa" cuya función es encauzar la mezcla aire-gasolina hacia los transvases, que luego irán a crear la combustión: para mejorar esta peculiar vía de paso entre el cárter y el cilindro hay que limpiarla y acoplarla.
El trabajo del preparador no se queda en la limpieza de los residuos de aluminio en el conducto, sino que, dependiendo de sus conocimientos, puede quitar material fresando el cárter, con lo que puede modificar el volumen. Si conseguimos aumentar, o reducir, la cantidad de gasolina presente en el interior del cárter, las prestaciones cambiarán seguramente. En los cárteres se trabaja casi exclusivamente en la zona de aspiración, es aquí que la actuación de un preparador puede ser determinante. Sin embargo, hay que ser cuidadosos con la operación de ensamblaje del cárter, algo que, por lo general, suele quedar en segundo plano. Es fundamental que los dos cárteres se acoplen perfectamente sin usar demasiada fuerza. Así pues, lo aconsejable es no tener prisa y hacer el montaje con sumo cuidado.