Como hemos dicho, los bujes de magnesio disipan el calor más rápidamente, lo cual, en ambientes de temperaturas elevadas, es seguramente un factor positivo. El buje está en contacto directo con la llanta, por lo que, si trabaja con temperaturas bajas, contribuye a que esta última disipe el calor generado por el neumático. La temperatura es importante en la gestión del neumático en la pista: con la presión correcta, las buenas actuaciones están garantizadas. Al contrario, en caso de ambientes con temperaturas bajas, puede ser más indicado el uso de bujes de aluminio, que, junto con unas llantas del mismo material, contribuyen a alcanzar más rápidamente la temperatura óptima de ejercicio.
Cada fabricante de karts tiene bujes de varias longitudes entre los que elegir. El buje estándar entregado en el momento de la compra suele tener la longitud ideal para sacarle todo el partido, de media, al chasis en condiciones de todo tipo. A grandes rasgos, podemos decir que cuando más largos son los bujes, más rígida se vuelve la configuración del kart.