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“Desilusión, pesar, tristeza”: son estas las emociones con las que Paolo De Conto recuerda, junto a nosotros, el mundial CIK-FIA de KZ (la clase de marchas reina del karting) disputado en Le Mans en 2015. Pronuncia las tres palabras con delicadeza, haciendo una pausa entre una y otra, para luego dejarse escapar una ligera risa al final. Está tan sosegado y apacible que casi da la sensación de no estar ante el De Conto que uno se imagina: el de esa unión perfecta entre velocidad y ferocidad deportiva que lograba entusiasmar a los espectadores, siempre y dondequiera que iba. Y sin embargo, para Paolo (a quien todos llaman Paolino), las circunstancias en las que afrontaba aquel fin de semana del 11-13 de septiembre de 2015 eran bien distintas. Efectivamente, por aquel entonces, Paolino era ya uno de los pilotos de portada en el panorama del karting internacional, contaba ya con varios títulos en su vitrina (entre ellos, también un título europeo de KZ1 ganado en 2011) y en su primera temporada en CRG se presentaba en Le Mans como uno de los favoritos para la victoria final.
Nacido en 1992, Paolo De Conto fue piloto oficial de Energy Corse, Birel y CRG. En su palmarés brillan dos títulos mundiales, así como varios títulos internacionales. A fines de la temporada 2019, el piloto italiano puso fin a su carrera en el karting y dejó definitivamente el deporte.
Entre las curvas del circuito francés, el piloto de la quinta del 92 dio muestras, de hecho, de estar en gran forma, haciéndose con la primera posición en la parrilla de salida durante la fase de clasificación y dominando a lo largo y ancho durante toda la final del domingo.
Pero aquel domingo Paolino aún tenía que vérselas con otro piloto de CRG: Jorrit Pex. Tras pasar la carrera persiguiendo a De Conto, Pex, en la última vuelta, divisó un hueco y se coló sin rémoras, “robando”a su compañero de equipo un título que parecía ya asegurado.
“Pex me había adelantado en la prefinal después de la primera curva”, explica Paolino. “Durante la final me dejé llevar un poco por el pánico, pensando que Jorrit (Pex, n.d.r.) estaba esperando a la última vuelta para hacer de nuevo la misma maniobra. Así que me puse a conducir muy a la defensiva, regalándole de esta forma la posibilidad de intentar el adelantamiento”.
Fue precisamente un error de cálculo del piloto italiano lo que permitió a Pex ir al ataque: De Conto cerró su trayectoria al tomar la cuarta curva, hallándose, en consecuencia, más abierto y con menor velocidad de recorrido en el centro de la misma, una oportunidad que el piloto holandés no dejó escapar. “Si hubiera hecho la última vuelta como todas las otras, no me habría adelantado; he visto el vídeo de la carrera una y mil veces...”. Así fue como los sueños de triunfo de De Conto en pocos metros se transformaron en una pesadilla, con algunas secuelas que digerir: “Estuve dos días sin hablar”dice riendo. “Lo que es sin abrir la boca, vamos, solo lo justo y necesario: estaba demasiado triste, demasiado desilusionado”.