NICOLA GIANNIBERTI:

DERROTAR A TRULLI Y FISICHELLA EN LA COPA DEL MUNDO. SIN REMORDIMIENTOS

En las primeras carreras de la temporada fui siempre protagonista: con el chasis Haase y el motor Rotax preparado por Villa había alcanzado una compenetración perfecta, tanto que llegué a Suzuka con la confianza de haber logrado un segundo puesto en la clasificación del Campeonato Europeo, siendo, pues, uno de los pilotos que había que vigilar de cerca. Además hay que decir que aquel año los neumáticos Dunlop estaban funcionando verdaderamente bien, y yo, que era su único piloto de punta, recibía todas las atenciones que hacía falta. En Japón las cosas también marcharon bien enseguida: hasta el sábado estuve marcando los tiempos mejores. Pero luego, en la prefinal del domingo, llegó el mal tiempo. Se corrió de todas formas con los neumáticos lisos, pero la pista estaba húmeda y en las primeras vueltas tuve un roce e hice un trompo. Perdí varias posiciones y tuve que recuperar vuelta tras vuelta mientras la pista se secaba. Acabé sexto, mientras que los primeros tres puestos fueron ocupados por los favoritos del día anterior: Fisichella, Trulli y Manetti. En la final, al principio, fueron de nuevo ellos tres quienes hicieron la carrera. A mí me costó un poco subir posiciones, pero una vez cuarto, empecé a recuperar bien.