LKF 13 Y LKF 14, LOS SISTEMAS DE FRENADO POR BOMBA ""DOUBLE FACE"" DE LENZOKART

Bajo los sistemas de frenado LKF 13 y LKF 14 subyace el preciso objetivo de Lenzokart de crear un producto versátil, capaz de combinar las ventajas de ambos tipos de accionamiento del bombín en un único cilindro maestro de freno. Un sistema capaz de permitir a todos los pilotos de karting encontrar la sensación de frenado ideal en función de su estilo de conducción y de las condiciones de los circuitos que encuentren en su país. Para perseguir este objetivo, la empresa italiana ha contado con la gestión completamente interna de la mayor parte de los procesos de producción, desde el diseño hasta las pruebas finales, a los que se someten los productos comercializados bajo su marca. En concreto, la realización de los nuevos sistemas de frenado pasó por varias etapas evolutivas (unas 15), que ocuparon a la empresa durante aproximadamente un año. Para su diseño, Lenzokart se centró en dos aspectos: el análisis de los datos recogidos a través de las pruebas en pista, para identificar las áreas sobre las que intervenir para mejorar los sistemas de frenado previamente homologados, y la creación de modelos 3D, confiada al equipo de I+D del Departamento de Carreras utilizando programas informáticos como AutoCAD y Solid Edge.
El uso de estas tecnologías permitió la realización de varios prototipos y garantizó simulaciones relativas a deformaciones y torsiones (para verificar la estanqueidad estructural de cada parte del sistema de frenado). Una vez decidido el diseño definitivo, los distintos componentes se fabricaron con maquinaria de control numérico, se evaluaron cualitativamente y, por último, se probaron en pista para verificar que no había modificaciones debidas a un uso no previsto en el diseño. Una vez concluida la fase de diseño y prototipos, la empresa pudo centrarse en la producción en serie, que de nuevo se lleva a cabo con maquinaria de control numérico e implica que cada componente recibe un tratamiento superficial diferente en función del uso previsto: los más "estéticos" (como la bomba o la estructura de la pinza, que son por tanto visibles) se someten a un proceso de anodizado, que además de protección da color. En cambio, las piezas negras se tratan con un proceso de oxidación. Al final de todo el proceso de producción, los productos se prueban de nuevo por muestreo para evaluar su calidad.