En los últimos años, la búsqueda continua del máximo rendimiento en el kart ha llevado a los técnicos a explorar áreas de conocimiento tomadas, hasta ahora, en menor consideración. Una de ellas es sin duda la aerodinámica, un aspecto que abre un gran abanico de posibilidades a la hora de optimizar los productos y sus prestaciones. En este sentido, accesorios como el frontal portanúmero y el parachoques frontal, por ejemplo, resultan ser determinantes para la distribución de los flujos de aire, la penetración y la carga aerodinámica, ya con niveles de velocidad bajos. Teniendo en cuenta lo decisiva que puede ser en el karting de hoy (en el que las prestaciones estriban en centésimas de segundo) hasta la más mínima mejora para el resultado final, es fácil entender por qué empresas como OTK han empleado muchos recursos y las más recientes tecnologías en estudiar de qué manera optimizar cada componente. Un ejemplo emblemático de este tipo de enfoque es el frontal M7, del que luego ha derivado el M8 para las clases MINI: dos accesorios en los que se concentran experiencia, tecnología e innovación y que vale la pena analizar en profundidad.