En el karting, el modo principal de efectuar los ajustes de las geometrías es centrarse en la parte delantera, en la que, interviniendo en las Cs del chasis mediante distintos sistemas, se pueden modificar los ángulos de camber y caster. Otros parámetros en los que se puede trabajar son la altura (que se puede modificar por separado en la parte delantera y en la trasera), las vías y el eje.
A estas se añade, aunque solo en los chasis que están preparados para ello, la modificación de la batalla, que se puede alargar o acortar dependiendo de la actitud que se intente dar al vehículo. Por lo general, una batalla más larga suele aportar ventajas al recorrer las curvas rápidas, ya que al extender el intereje entre la rueda delantera y la trasera, el chasis se arquea más y genera un mayor agarre en la parte trasera.
Por el contrario, con una batalla más corta el kart tuerce mejor en las curvas cerradas y resulta más ágil en las chicanes.