En los motores refrigerados por líquido, el sellado del circuito de refrigeración de la culata y el cilindro se confía principalmente a juntas y O-rings. Sin embargo, cuando se trata de conexiones roscadas de entrada y salida del refrigerante, es esencial prestar mucha atención a su capacidad de sellado para optimizar no sólo el rendimiento, sino también la fiabilidad del propio motor. Para ello, existen productos especialmente concebidos para garantizar la fijación y la estanqueidad, como Loctite 577, un sellador de resistencia media y baja presión adecuado para su aplicación en todo tipo de metales para conexiones metálicas cónicas y cilíndricas. Es un líquido tixotrópico, es decir, de alta densidad y baja fluidez, una característica que minimiza el riesgo de que el producto fluya hacia otro lugar tras su aplicación. Loctite 577 también fragua en ausencia de aire, por lo que cuanto menor sea la tolerancia entre el tornillo roscado y su sede, más rápido será el proceso de fraguado. En cualquier caso, sigue siendo un proceso muy rápido, ya que oscila entre unos 10 minutos a 40°C y unos 40 minutos a 5°C. Tiempos que también permiten utilizar Loctite 577 en la pista, entre las sesiones de conducción. ¿Cómo utilizarlo? El consejo es aplicar un hilo de producto en la rosca, dejando la primera rosca libre, y luego proceder al atornillado normal. Por último, cabe señalar que Loctite 577 -si hablamos de motores refrigerados por agua- también puede aplicarse a las roscas de los pernos que fijan la culata al cilindro. En realidad, el sellado entre estos elementos debería estar garantizado por juntas u O-rings, pero la acción de Loctite en los pernos también puede añadirse como garantía adicional.

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