Las anécdotas de Alessandro
A través de este carburador, Alessandro Piccini hace un recorrido por los primeros años de su carrera, que empezó casi como un juego (para más detalles, lee el artículo de la sección “Editorial”
Alessandro Piccini: 40 años en kart): “Este Mikuni Kogyo de 35 mm era un carburador de gran rendimiento en todos los sentidos: proporcionaba un mayor aprovechamiento de la curva de revoluciones que otros carburadores de uso más extendido en aquella época y tenía una respuesta en la entrega de potencia bastante buena para lo corto que era, pese a tener una guillotina redonda y no plana. El diámetro inicial era justo de 35 mm, pero en algunas ocasiones se ensanchaba, aunque el espesor disponible era poco de veras”. Con la ayuda, y varias sugerencias, de parte de excelentes preparadores, Alessandro empezó a modificar desde el primer momento este carburador en varios aspectos, entre otros, por ejemplo, una brida del Venturi, verdaderamente notable, que creó en el torno y luego montó por interferencia. Sin embargo, Alessandro nos dice que esta modificación, que hemos notado, es la última de una larga serie, puesto que “era muy difícil dar con los mejores radiados sin pasar horas y horas con el medidor de flujo, que por entonces no es que fuera tan fácil de conseguir, y hacían falta muchas pruebas”. De hecho, las modificaciones se llevaban a cabo principalmente por el estudio, por tener conocimientos específicos y acumular experiencia. Si lo analizamos con detenimiento, notamos que la dirección tomada fue incluso la contraria de la que podría pensar la gran mayoría de aficionados: el diámetro en el punto de entrada fue nada menos que reducido a 30 mm, con un radio muy concreto, tanto en la cara frontal como en la cara posterior de la brida de aluminio, aunque en verdad no hemos podido medirlas. Gracias a ello, era posible solicitar en mayor medida el pulverizador (tobera
lollivo), obteniendo un mejor rendimiento a lo largo de toda la curva de revoluciones del motor de kart.