Esta es la barra que conecta los neumáticos traseros: aparentemente sencillo, pero de enorme importancia para la configuración del chasis y para disfrutar de buenas condiciones de funcionamiento
La característica que define el chasis del kart es que no tiene amortiguadores. Esto significa que las ruedas y los neumáticos están conectados de manera rígida al bastidor. En la parte trasera del kart son el eje y el cubo los que aportan una suspensión mínima.
Hoy en día el eje de los karts KF y KZ tiene que tener obligatoriamente un diámetro de 50 mm y tan sólo unos pocos
milímetros de espesor, para ofrecer el margen de flexibilidad requerido para soportar el peso del kart más e piloto, y efecto de las fuerzas centrífugas.
Sin embargo, los ejes pueden ser más o menos rígidos, dependiendo del tipo de aleación de acero y de su espesor exacto.
El eje conecta las ruedas a la parte trasera del bastidor y al motor mediante el conjunto de la transmisión, compuesto por engranaje, cadena y piñón. El eje que proporciona la tracción, haciendo que los neumáticos giren.
En los tramos rectos, el eje se sitúa más o menos en paralelo con el suelo, mientras que en las curvas, las fuerzas centrífugas y el ángulo de dirección le hace inclinarse, levantando el neumático interior trasero del suelo (como en la ilustración). Gracias a ese movimiento el eje compensa la ausencia del diferencial trasero.