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Gianfranco Galiffa es un nombre que no necesita presentación en el mundo del karting. Fundador y propietario de Galiffa Kart, «Franco» (así le llaman sus amigos) ha construido una empresa que a lo largo de los años se ha convertido en una referencia internacional en la preparación de motores de kart, especialmente en las categorías Shifter, ganando más de 30 títulos en competiciones a todos los niveles (nacional e internacional) y en todas las categorías, tanto Shifter como Direct Drive. Gianfranco Galiffa es un hombre con los pies en la tierra, al que le gusta mantenerse alejado de los focos y se inclina más por los hechos que por las palabras. Su conocimiento de los motores, perfeccionado a lo largo de años de experiencia y éxito, es un patrimonio que sólo comparte con unos pocos. Por eso, cuando aceptó nuestra petición de visitar su empresa, no lo dudamos ni un momento: el billete de avión ya estaba en nuestras manos. Así que volamos a Abruzzo, a la ciudad de Sant'Egidio alla Vibrata, donde Galiffa nació y fundó su empresa. Un lugar con una fuerte tradición automovilística, que él mismo ayudó a crecer, alimentando una de las comunidades de karting más activas de Italia. Con el tiempo, Galiffa Kart se ha convertido en mucho más que un taller de preparación de motores. La experiencia adquirida ha permitido a la empresa evolucionar hasta el punto de poder ofrecer un servicio completo: desde el desarrollo de la cadena cinemática hasta el servicio en pista y el suministro de componentes y accesorios de fabricación propia. Pero hay otro aspecto que hace que esta realidad sea única: Gianfranco ha convertido su empresa en un auténtico negocio familiar. No todo el mundo conoce esta evolución y aún menos han tenido el privilegio de verla de cerca. Nosotros lo hemos hecho, con el propio Gianfranco como cicerone de excepción. Siéntense y lean.