Digamos exactamente cómo han sido las cosas; sin fantasear: decidimos dejar Italia con dirección a Florida para provar la emoción de dar una vuelta con un KZ en una pista oval. Entre los ovales - y en los Estados Unidos no hacen falta - apuntamos muy alto: Daytona. Llegamos a América y... de correr en Daytona no se habla: “pero vamos, es suficiente solo una vuelta...¿ok?”, digo yo con mi “fluido” inglés al intermediario con la estructura de Daytona.
Pero la respuesta no deja espacio para interpretaciónes: “No”, que quiere decir la misma cosa en medio mundo y que en nuestro caso especial significa que hemos ido del otro lado del Océano sustancialmente por nada.
Estamos en OTK USA, la sede que OTK (la empresa productora de los chasis Tony Kart, Kosmic, FA Kart...) ha implantado en los Estados Unidos, y frente a nosotros está Andre Martins (que es el responsable operativo de la estructura). Andre es un brasileño que se ríe y habla muy poco, que transmite sus emociones como una licuadora.
Aqui está, es él nuestra salvación, es él el “loco” que sale con la frase: “¿No van a la pista oval? Vamos a una pista para dragster”. Y 45 minutos después estamos en la Orlando Speed World, una pista para dragster.
En medio a unos dragster.
Con un kart.