Sería suficiente esto para que no obtuviera la homologación, pero, de todos modos, no se trata de un vehículo destinado al público, es la excepción a la regla, seguirá limitado a quienes se encuentran en Lonato para la ocasión. También faltan los frenos delanteros, como solía ser hasta 2005 y como volvió a ser en 2016 con los motores OK. Sin embargo, en 2007 una decisión muy clara, resultado del hecho de que los frenos delanteros pesan demasiado y el objetivo es aligerar al máximo el vehículo. En cambio, son completamente “modernos” el bastidor Racer EVR KF, el eje de 50 mm y el radiador.
Pero es el motor el que más sorprende y aspira a escenarios inéditos (para la época): la cilindrada es la del KF (luego OK) 125 cc, pero muchas soluciones miran al pasado de ICA. Explica Roberto Robazzi, número uno de Tony Kart: “El grupo térmico, que es la parte superior del propulsor Vortex, es el del KF, que incluye la válvula de escape”, accesorio que no estaba presente en los motores de kart antes de la aparición de los KF (y se mantuvo también en los motores OK, aunque ya no sea una versión libre sino un único tipo igual para todos), y que ofrece diferentes ventajas en la regulación de los flujos de escape para que el kart responda a las aceleraciones del piloto, incluso en los regímenes bajos. Por otro lado, la parte inferior del motor se inspira en los motores ICA. Falta el embrague y, para salir, es necesario impulsar kart, ya que las ruedas son las que funcionan de motor de arranque. Por consiguiente, falta el arranque eléctrico y, naturalmente, la batería que arranque el motor. Tampoco está el eje de compensación que evita las vibraciones. “El carburador es de mariposa 30 mm – añade Robazzi.