Los colectores van montados a los lados del motor con el objetivo de encauzar el aire hacia la zona posterior del cilindro, mejorando así su refrigeración. Su tamaño, en fase de diseño, hay que sopesarlo cuidadosamente: el motor de 60 cc, de hecho, tiene pocos caballos de potencia y unos colectores demasiado grandes acabarían teniendo un efecto negativo, al constituir una barrera que perjudicaría el rendimiento del kart.