Para optimizar la puesta a punto del kart, no hay absolutamente ninguna regla o variable que determine a priori la necesidad de intervenir más en los bujes traseros que en los delanteros. Es irrelevante, porque todo depende del problema concreto a resolver. Si el defecto a corregir afecta a la parte trasera del kart, se modifican los bujes traseros, mientras que si es la parte delantera la que está causando dificultades, se plantea un cambio de los delanteros. Dicho esto, no es menos cierto, sin embargo, que es más habitual actuar sobre los bujes traseros porque la parte delantera tiene múltiples ajustes a través de los cuales es posible intervenir en la puesta a punto del kart. Por ejemplo, uno se concentra más en cargar o descargar el caster, y luego posiblemente refinar la puesta a punto con los bujes delanteros. Los bujes toman el relevo, por tanto, cuando falta ese último refinamiento antes de alcanzar la puesta a punto ideal. En primer lugar, se suele trabajar en el ajuste de los la convergencia, la inclinación o, incluso, el caster. En la parte trasera del kart también influyen otros factores, como la dureza del eje, la altura del chasis y la anchura del kart, pero los bujes suelen ser una de las principales consideraciones de los técnicos a la hora de ajustar la configuración trasera del kart. Con un chasis CRG shifter (como el Road Rebel, leer "
Bajo escrutinio | Road Rebel 2022, el rey de los chasis shifter es todo nuevo" para saber más, n.d.r.), por ejemplo, se utiliza principalmente el eje estándar y, en consecuencia, si el equilibrio es decente, es habitual modificar los bujes en lugar del ancho del kart para mejorarlo aún más, sin sustituir el eje.