¿Cuántas veces oímos repetir que son las pequeñas precauciones las que resultan decisivas? ¡Pues que no falte! Porque, de verdad, la realidad en la pista es precisamente ésa, sobre todo cuando las condiciones son más difíciles, como en el caso de lluvia y asfalto con agarre deficitario. Bajo estas condiciones, la prontitud del sistema de frenado es fundamental: para que quede asegurada a la perfección, se suele proteger el disco de freno con cinta adhesiva. El motivo es simple: si el disco permanece seco, cuando se accione el pedal del freno, la fricción de las pastillas será inmediata y progresiva. Por el contrario, con el disco mojado, el freno no responderá al instante, a no ser que, después, el agarre de la pinza aumente de repente, corriendo el riesgo de que le juego posterior llegue a bloquearse.

Lo hemos visto poner en práctica en los vehículos del equipo Praga Karts, con ocasión de la Copa de Campeones WSK, de Adria.