Las válvulas de lengüeta, con el uso normal del motor, pueden romperse o agrietarse, provocando, en el peor de los casos, tener que abandonar la competición. Por lo tanto, después de jornada de prácticas o de competición, siempre es útil comprobar su estado. Para llevar a cabo esta revisión, el mejor método consiste en extraer la válvula de lengüeta del soporte y mirarla contra la luz para ver si tiene alguna grieta que pudiera no ser visible a primera vista.