Mientras el kart está en el carro, se puede empezar a configurar una carburación básica: una operación que suele llevarse a cabo por la mañana. Pero es tras el primer turno en la pista cuando se puede afinar la regulación, en función de los datos de la telemetría y de las sensaciones del piloto. Y de todos modos la cosa no acaba aquí, porque, naturalmente, la carburación hay que ajustarla varias veces durante la jornada, siguiendo los cambios de temperatura: todos los valores que pueden ayudarnos a aprovechar al máximo el motor, hay que comprobarlos siempre.